Revitalizar el arte será el desafío para Lóizaga
Es el nuevo director del Palais de Glace
Por Susana Reinoso, La nación, martes 8 de julio de 2003
Patricio Lóizaga se hizo cargo del Palais de Glace, con el objetivo expreso de rejerarquizar el arte argentino, difundir el patrimonio de los premios de los salones nacionales y poner en valor el edificio de la calle Posadas.
En sintonía con su la línea de austeridad que Kirchner ha pedido a sus funcionarios, Lóizaga mantendrá su sueldo y sus cátedras en la universidad y no percibirá honorarios como director del espacio cultural.
Con el aporte del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Lóizaga puso ya en marcha la idea de construir el postergado microcine en el Palais de Glace, donde hoy se ubica el Salón Libertador, con 120 butacas.
Su proyecto principal es la creación del Instituto de Artes Visuales (IDAV), que consistirá en un espacio ubicado en la planta baja del Palais, dotado de computadoras y biblioteca, que a su vez facilitará a los investigadores toda la información sobre las más de 12.500 obras que integran el patrimonio del Palais.
Como para que se tenga una idea, cada vez que se convoca a un salón nacional se reciben más de 2000 obras de todo el país.
En sintonía con su la línea de austeridad que Kirchner ha pedido a sus funcionarios, Lóizaga mantendrá su sueldo y sus cátedras en la universidad y no percibirá honorarios como director del espacio cultural.
Con el aporte del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Lóizaga puso ya en marcha la idea de construir el postergado microcine en el Palais de Glace, donde hoy se ubica el Salón Libertador, con 120 butacas.
Su proyecto principal es la creación del Instituto de Artes Visuales (IDAV), que consistirá en un espacio ubicado en la planta baja del Palais, dotado de computadoras y biblioteca, que a su vez facilitará a los investigadores toda la información sobre las más de 12.500 obras que integran el patrimonio del Palais.
Como para que se tenga una idea, cada vez que se convoca a un salón nacional se reciben más de 2000 obras de todo el país.
Centro de publicaciones
El IDAV será un centro de información en amplio sentido. En la futura biblioteca, el nuevo director planea incorporar las publicaciones más destacadas del mundo del arte, que en promedio son 20 o 30, dado que "hoy los artistas y los investigadores no tienen tantas posibilidades de viajar como antes, por los altos costos", dijo Lóizaga. Complementariamente, el IDAV tendrá una videoteca.
Las propuestas se completan con un sitio que en el corto plazo subirá a Internet y que tendrá un amplio calendario de la programación cultural, tanto del Palais como de los principales centros y museos de Buenos Aires.
Las cinco salas del edificio serán también reacondicionadas para un nuevo destino. Las tres galerías, por caso, serán convertidas, respectivamente, en sala de fotografía, de producción contemporánea y de exposición del patrimonio del Palais. Las dos salas grandes de la planta baja y la planta alta serán para exposiciones temporarias.
"Nuestra idea es sacar al arte de su circuito restrictivo y restringido y articular lo cotidiano con el mundo de las artes visuales", dijo Lóizaga en diálogo con La nación.
En este sentido, ya aprobó varias muestras que tienden a ampliar el espectro de público que concurre al Palais.
Una de ellas será sobre arte y fútbol, cuya curaduría le ha encargado a una especialista en el tema, Rosa María Ravera, presidenta de la Academia Nacional de Bellas Artes.
Otra será sobre arte y campo, y en tercer lugar habrá muestras temáticas. Por ejemplo, una sobre arte y derechos humanos.
Además de respetar la programación prevista hasta fin de año, en líneas generales Lóizaga consiguió dos exposiciones interesantes. En octubre habrá una muestra sobre la obra del humorista gráfico y televisivo Caloi, mientras en noviembre habrá una gran exposición de Hermenegildo Sábat sobre los 20 años de democracia.
Para comprender mejor la disponibilidad presupuestaria que el Palais tiene con un vecino próspero -el Centro Cultural Recoleta- viene al caso señalar que mientras el primero funciona con $ 850.000 por año el segundo dispone de $ 4 millones. Del presupuesto del Palais, $ 250.000 los aporta la Asociación de Amigos, a la que Lóizaga definió como "una de las mejor organizadas de Buenos Aires".
La idea, este año, según lo comentado por Lóizaga, es inaugurar la sala de producción contemporánea con la edición de una medalla que -como ocurre con otros museos y centros culturales en el mundo- reproduzca en pequeño el edificio del Palais.
Las propuestas se completan con un sitio que en el corto plazo subirá a Internet y que tendrá un amplio calendario de la programación cultural, tanto del Palais como de los principales centros y museos de Buenos Aires.
Las cinco salas del edificio serán también reacondicionadas para un nuevo destino. Las tres galerías, por caso, serán convertidas, respectivamente, en sala de fotografía, de producción contemporánea y de exposición del patrimonio del Palais. Las dos salas grandes de la planta baja y la planta alta serán para exposiciones temporarias.
"Nuestra idea es sacar al arte de su circuito restrictivo y restringido y articular lo cotidiano con el mundo de las artes visuales", dijo Lóizaga en diálogo con La nación.
En este sentido, ya aprobó varias muestras que tienden a ampliar el espectro de público que concurre al Palais.
Una de ellas será sobre arte y fútbol, cuya curaduría le ha encargado a una especialista en el tema, Rosa María Ravera, presidenta de la Academia Nacional de Bellas Artes.
Otra será sobre arte y campo, y en tercer lugar habrá muestras temáticas. Por ejemplo, una sobre arte y derechos humanos.
Además de respetar la programación prevista hasta fin de año, en líneas generales Lóizaga consiguió dos exposiciones interesantes. En octubre habrá una muestra sobre la obra del humorista gráfico y televisivo Caloi, mientras en noviembre habrá una gran exposición de Hermenegildo Sábat sobre los 20 años de democracia.
Para comprender mejor la disponibilidad presupuestaria que el Palais tiene con un vecino próspero -el Centro Cultural Recoleta- viene al caso señalar que mientras el primero funciona con $ 850.000 por año el segundo dispone de $ 4 millones. Del presupuesto del Palais, $ 250.000 los aporta la Asociación de Amigos, a la que Lóizaga definió como "una de las mejor organizadas de Buenos Aires".
La idea, este año, según lo comentado por Lóizaga, es inaugurar la sala de producción contemporánea con la edición de una medalla que -como ocurre con otros museos y centros culturales en el mundo- reproduzca en pequeño el edificio del Palais.
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