martes, 9 de febrero de 2010

Selección de poemas


JUGAR CON LOS SENTIMIENTOS

I

Ensayar
situaciones y sentimientos,
congoja, tristeza,
ausencia, nostalgia,
construir en la conciencia nuestra,
sin la conciencia del otro.

Gobernar situaciones,
dominar sentimientos

II

Practicar
un ejercicio de
gobierno cotidiano
inmunizante,
control sentimental,
un territorio móvil
extendible y replegable.

Gobernar sentimientos,
dominar situaciones.

III

Especular
administrar cada gesto,
cada frase, cada mirada,
dada reacción,
ofensiva y defensiva.

IV

Concebir
la ida como
un juego perpetuo
cuyas biblias
son Clausewitz y Yun Tsu.

Seducir, siempre seducir.

V

Vivir
con miedo a sufrir
en un ejercicio de
permanente fascinación
por la penúltima víctima,
sin poder comprender
que en la última morada
no habrá más que
una única víctima.


LA PLAZA DE LOS AUSENTES
La plaza San Martín fue la plaza de mi adolescencia. También la plaza de Borges y la plaza de Girri. En las tardes de otoño y de invierno suelo caminar por allí.

Quiero llorar por los ausentes
quiero llorar
por tanto odio inútil
por tanta sangre inútil.
Quiero pedir perdón
por haber callado.
¿Dónde está escrito
que no hay que pedir perdón
por estar vivo?

Camino por Buenos Aires,
por esta tarde gris,
por este otoño y por este frío,
y esta plaza y este espacio
ya no es mío,
es el territorio
de los ausentes,
los desaparecidos,
los chicos de la guerra.

A veces,
en las tardes de otoño,
me siento un usurpador de mi ciudad.



CÁNDIDO LÓPEZ (1840-1902)

I

Lo persiguen
las vivencias de la campaña,
la sangre seca e inútil,
la pólvora,
los crepúsculos tardíos,
los amaneceres repentinos,
el silbido de las balas,
los cielos plomizos,
rojizos o azules,
los cuerpos mutilados,
los caballos asustados,
los rostros fríos
y las miradas definitivas.

II

Lo persiguen también
las miradas calientes,
agonizantes e impotentes,
ñas miradas resignadas,
las miradas desesperadas,
de los sobrevivientes malheridos,
antes de ser despojados,
de sus pobres pertenencias,
de sus vidas.

III

Lo persigue
el monótono murmullo del río,
como recordando
que la vida humana
es efímera
y que todo sigue
más allá
del dolor,
la traición
y la muerte.

IV

En sus lienzos
reviven y retumban
los sonidos de la guerra,
los inútiles gestos,
las vanas señales,
las anécdotas triviales,
los episodios heroicos,
los episodios abyectos,
del paisaje de la guerras.

Su destino de grandeza
estuvo prefigurado
en otra batalla,
secreta y distante.



EL AMOR

I

Compartir,
el sueño, la noche,
dormir entrelazados,
refugiados del mundo,
desnudos,
separados del mundo,
creando
nuestro propio mundo.

II

Regresar,
a la lejanía de la infancia,
hacerla cercana,
recuperarla.
Despertar abrazados
en ese refugio
de pequeñas caricias,
de tiernas y primitivas
celebraciones,
de mínimos ritos,
diálogo de cuerpos,
palabras inventadas,
ininteligibles
para el mundo de los otros.
Gozar,
de la pobreza de las palabras,
de los mínimos gestos,
de los mínimos sonidos.
Gozar,
de la inexpresividad
de las palabras.

III

Volver,
a un mundo anterior
primitivo,
regresivo,
animal.
Confundir los cuerpos
en las madrugadas.
¿Es tu brazo o el mío?

IV

Correr,
de la mano, a la ducha,
como niños traviesos,
el líquido jabón
y tus dedos
jugando sobre mi cabeza,
tus manos recorriendo
mi espalda,
mientras cierro los ojos,
debajo del agua.
Juguetear,
como un niño arropado,
cubierto por tus manos,
envuelto,
con tus absorbentes
y enormes
toallones blancos,
dejándome frotar,
como un niño caprichoso,
en estado de entrega.

V

Saber,
que todo lo demás,
los libros publicados,
la cátedra,
los erráticos amigos,
los elogios,
los premios,
el living de Hockney,
los climas de Hopper,
las autopistas vacías,
los trozos de cáscara
en la mermelada de naranja,
el cargado y templado
café con leche madrileño,
el Central Park,
Piazza Navona,
las azucenas,
la refrescante textura
de tus sábanas de algodón,
la rúcula sin aditamentos,
la savia de las endibias,
los jazmines en la mesa de luz,
el olor de las hebras de té,
las voces de Callas y Mina
en el cuarto a oscuras,
las tibias brioches de Angelina,
el miedo a la muerte,
todo,
todo lo demás,
no tiene sentido,
si vos no estás.




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